sábado, 29 de octubre de 2011

jueves, 27 de octubre de 2011

18:00hs, sandía en la pileta. no es casualidad que yo estuviera allí, invisible a sus preciosos ojos negros. ella estaba recostada en la reposera absorbiendo los últimos rayos de un sol ya casi ausente, sobre una mesa reposaba una porción triangular de sandía en cuya punta estaba marcada la matriz de su correcta dentadura -sandía en la pileta a las seis de la tarde, me dije... y el cielo rosa, y el olor a cloro, y ella tomando el sol y la toalla y sus sandalias transparentes. era febrero, yo estube allí, invisible a sus hermosos ojos negros...